jueves, 17 de noviembre de 2011

Entrada 10 - Día 28

Treinta días antes del fin


Tardé un rato en tranquilizarme... oía mis latidos, en el silencio del día, en mi habitación, mis latidos taladraban mis oidos...
Mi respiración era muy agitada y creía que no podría controlarla, pero poco a poco el mundo empezó a dejar de moverse y volví a la realidad, a la cruda realidad, el mundo aún no se había acabado, aun no había muerto nadie conocido, aun existía la civilización que yo conocía, pero me sentía confuso, había parecido tan real todo aquello, parecía tan lógico que pasara, casi irremediable evitarlo.

El miedo volvió a apoderarse de mi, temblaba. Necesitaba hablar con alguien, necesitaba volver a la realidad porque parecía como si hubiera entrado en el mundo de Oz y no podía salir. Necesitaba contrastar mi información, que alguien me dijera que todo era un mal sueño y mi madre no estaba. No llegaba hasta la tarde y era sólo mediodía.

Tenía que comer algo, tal vez eso me ayudara a relajarme. Siempre es mejor pensar con el estómago lleno.
Cogí mi movil y llamé a una amiga, Elisa.

- Hola, ¿Elisa? - mi voz aún sonaba temblorosa e insegura
 - Hola Elias, ¿qué pasa? - su voz era como una jarra refrescante de agua fresca - Acabo de salir ahora del instituto,  ¿qué me cuentas?, ¿te noto la voz rara?
- Si, bueno, acabo de despertarme y aun estoy algo atontado
-Tú si que vives bien eh?, con la excusa de quiero irme al ejército, no haces na
- Si, bueno.... ¿qué te iba a decir?, vais a comer a algún sitio, estoy un poco aburrido en casa y me vendría bien salir un rato y charlar - dije sin mucha convicción - ¿quedamos en el Mac Donald?,¿te apetece?
- No se, mi madre me habrá preparado ya la comida...
- Va, ¡no te hagas la remolona! , que lo estás deseando tonta- puse voz de pillo,intentando convencer así a Elisa. Era una chica que se dejaba llevar y normalmente no le apetecía mucho estar en casa, así que las probabilidades de convencerla eran elevadas...

-Serás creido y tonto... - ya la había convencido - vale, va , pero invitas tú. Llamaré a Laura y a Pedro. Quedamos allí en media hora. A las tres y media, ¿ok?
-Vale tontita. Os espero allí.
Uffffffffff, suspiré aliviado. Al menos no estaría sólo el resto de tarde.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Entrada 9 - Día 28

Treinta días antes del fin

Los servicios de emergencia estaban como locos de aquí para ya, no podías salir a pasear sin ver un camión de bomberos, una ambulancia, coches de policía. Era una locura, la policía intentaba estabilizar el tráfico, casi todas las calles estaban cortadas debido a los incendios, los hospitales llenos, no cabía ni un alfiler, en los barrios marginales, la gente estaba en la calle protestando atracando los comercios haciendo manifestaciones y reivindicando la poca colaboración del estado. Los incendios estaban acabando con las ciudades de todo el planeta.

Me canse de tanta catástrofe, tanto ruido y gente gritando por todas partes, me fui a mi cuarto a pensar. Yo, un chico de 18 años creía saber que pasaba, pero qué podía hacer yo para alertar al gobierno o a la gente…. ¿Qué sabía realmente de todo aquello aparte de que... posiblemente, estuviera relacionado con algún tipo de criaturas que me habían acechado en el cauce del río y que a duras penas había conseguido escapar, según mi percepción...?, ¿qué sabía sobre aquellas COSAS?... ¡¡¡NADA!!!, esa era la respuesta.  A la vista de todo el mundo era un niño y eso lo hacía aún más dificil todo.

Me sumí en un profundo sueño, en el que soñé con aquellas COSAS, sentí sus ojos en la oscuridad, sentí como acechaban en cualquier rincón oscuro... vi mi ciudad rodeada de llamas, con esos ojos rojos dentro de ellas mirando a todo ser vivo con odio... vi como aquellas cosas acababan con todos los humanos y personas que conocía, como las mutilaban y partían por la mitad, relamiendo sus restos con una lengua negra, larga y afilada... en aquella realidad, el ser humano desaparecía y solo se veía sobre el horizonte la silueta de esos seres desapareciendo con el alba y dejando solo cenizas sobre el mundo... aquellos serese ardían, eran de fuego y el sol los hacía volver a su infierno, hasta que las tinieblas de la noche volvieran a apoderarse de esa zona del globo...
Me desperté sudando y con mi ritmo cardiaco por las nubes, creí que mi corazón me iba a estallar.

Entrada 8 - Día 28

Treinta días antes del fin

Como pude me recompuse y volví a casa… volví andando a la luz del día sin creerme que había pasado. Ahora sí que no podía dejar esto así. 

Me pasé todo lo que quedaba de mañana Pensando en lo sucedido, en aquellos extraños seres, acechandome en la oscuridad, con esos ojos rojo fuego penetrando en lo más profundo del ser y sentí verdadero pánico. No podía haber imaginado aquello... no y sentí que todo mi mundo se derrumbaba bajo el peso de lo "imposible".

Estaba nervioso y la televisión no parecía mejorar esto. Por todos los países parecía haberse extendido aquello. Multitud de incendios se extendían por la mayor parte de ciudades importantes. En Brasil, Perú, Francia, Alemania, Italia… incluso en estados unidos hablaban de un gran incendio que había afectado a la casa blanca, habían evacuado hasta al presidente de estados unidos.  

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Entrada 7 - Dia 28

Treinta días antes del fin


Olía a algo raro allí abajo… era un olor nauseabundo que se metía por la nariz y provocaba un profundo rechazo, como si una especie de ácido estuviera corroyendo tus fosas nasales… 

Aquello lo había olido antes, el año anterior. Ese año quise sacar algo de dinero y me fui en septiembre a un pueblo del interior valenciano, Utiel, creo que se llamaba. Era época de vendimia y entré a trabajar en una bodega de vino. Allí el mosto se dejaba fermentar en unos grandes depósitos metálicos que tenían que echárseles una especie de gas que llamaban sulfuroso, a mí siempre me tocaba echarlo, alguna vez había escapes y ese gas parecía quemarte al olerlo, aquel gas era parecido al olor que le acosaba ahora, en aquella semioscuridad… ese gas hacía que apartara la cara, que uno se volviera loco. Era a la vez repulsivo y corrosivo…. 

martes, 1 de noviembre de 2011

Entrada 6 - Día 28

Treinta días antes del fin
Me desperté temprano, como todos los días. Al levantarme me hice mi desayuno y me conecté al ordenador. Tenía que hacer tests psicotécnicos, practicar un poco para las pruebas que tenía que hacer en unos días. 

lunes, 31 de octubre de 2011

Entrada 5 - Día 29

Treinta días antes del fin

El resto de la tarde estuve en casa. Mi madre estaba trabajando, así que no tuve que oír su voz de forma continuada diciéndome que tenía que hacer esto o lo otro.

Estaba tranquilo, jugando al Call of Duty y conectado al tuenti. Mis amigos estaban por allí, y hablaba consecutivamente con unos y con otros. Adela había puesto unas fotos de su noche de fiesta, según me dijo fue muy bestia. Adrián había puesto fotos de su coche y él, los dos juntitos, haciendo el tonto, ¡QUÉ PERSONAJE!  y así podría seguir durante todo el día contando. La verdad es que no solía cotillear las fotos de los demás, pero era entretenido, estaba aburrido y ese día necesitaba evadirme. Sentía aún aquella mirada, penetrante y oscura… tenía miedo, y yo nunca había tenido miedo de nada.

viernes, 28 de octubre de 2011

Entrada 4 - Día 29

Treinta días antes del fin

Estuve rondando por allí un rato, intentando ver algo, pero la policía mantenía un cerco de seguridad y no dejaba que se acercara nadie, mientras los bomberos luchaban por intentar apagar el incendio, que parecía extenderse sólo… Estuve contemplando las llamas, que ya salían del edificio, se dejaban ver como serpientes que escapaban por las ventanas, sigilosamente, para después morder a sus víctimas. El humo y las llamas eran impresionantes…  lo cubrían todo.